El comandante en retiro del Ejército fue sentenciado a 10 años y un día por 15 homicidios de la Caravana de la Muerte en La Serena. Una sentencia que se dictó el 28 de diciembre pasado, sin embargo, hasta el día de hoy sigue prófugo de la justicia.
Ha sido crítico del Poder Judicial e incluso ha encarado a algunos ministros de la Corte Suprema. Ha interrumpido actos, y ha apoyado explícitamente al golpe de Estado de 1973.
El 16 de octubre de 1973, la comitiva militar conocida como la Caravana de la Muerte pasó por La Serena. Hubo 15 fusilamientos perpetrados al interior del entonces regimiento Arica, todos hombres entre 22 y 48 años.
El 2018, en una entrevista con CNN Chile, el general en retiro ya daba pistas de su inquebrantable postura sobre las violaciones a los Derechos Humanos cometidas en dictadura.
“Lo que hizo la caravana con el general Arellano estaba dentro de los cánones legales correspondientes”, aseguró.
—¿Dentro de eso estaba fusilar personas?
—Justamente. Estábamos en estado de guerra.
La férrea defensa que una y otra vez ha repetido quien por ese entonces aún no conocía el fallo final de la Corte Suprema. Con una sentencia que elevó las penas de ocho militares en retiro, entre ellos Ojeda Torrent, quien deberá cumplir 10 años y un día de cárcel por su responsabilidad como cómplice de 15 delitos.
En una causa a cargo de la ministra de la Corte de Apelaciones, Paola Plaza, quien despachó una orden de aprehensión al OS9 de Carabineros, para allanar y romper cerrojos de ser necesario. Precisamente cuando se revisaba la petición para dejar sin efecto la sentencia, Ojeda Torrent se levantó hacia el estrado con la mirada atenta de los propios familiares de los ejecutados en La Serena.